lunes, 5 de septiembre de 2011

La sensibilidad oculta. Elementos para una crítica de la ideología actual

Por Héctor Flores Iberico

Presentación por el autor
Las circunstancias actuales en donde el proceso de la crisis se agudiza y las respuestas frente a ella, obligan al proceso del pensamiento a situarse y tomar posición frente al mundo actual. La sensibilidad oculta se inserta en el proceso mundial que propone la superación del estado de cosas actual. Desde el Perú, la filosofía debe situarse en el contexto mundial y explicar cuáles son los elementos de la crisis desde el punto de vista de la totalidad, es decir desde una crítica al capitalismo y sus consecuencias a nivel subjetivo.
En el Perú, por lo menos existen dos opciones que pretenden lo contrario, es decir, el mantenimiento del orden actual. Dichas filosofías se mantienen en el vetusto proyecto de la constitución de la nación peruana como prerrequisito para la construcción de un país moderno (Revista Solar). Otro sector, complementa esta perspectiva desde el punto de vista de la careta ética en donde la actual crisis se plantearía por la ausencia de valores, cristianos en este caso, asumidos por las diversas instituciones que conforman la sociedad actual. Ambas posturas se vuelcan hacia el interior en una actitud conservadora del estado de cosas actual. Ocultando los elementos que generan la crisis en una búsqueda insensata por el pasado o por el futuro sin asidero en el presente.
La sensibilidad oculta plantea en el Capítulo I una crítica a la filosofía academicista tal como se desarrolla en la facultad de filosofía más antigua de América. Se desarrolla una crítica a la separación entre filosofía y sociedad. Allí la universidad aparece como el lugar en donde las ideas se tienen nacimiento y caducidad pues no salen de las cuatro paredes de las aulas universitarias. El fracaso de las revistas de filosofía universitarias, que nadie lee es la consecuencia de tal perspectiva.
En este capítulo se plantea a la crítica (teoría crítica, crítica social) como la labor fundamental del pensamiento filosófico en el Perú. La crisis del pensamiento filosófico en el Perú no es más que la desbandada de un modo de pensar que no supo situarse ni en contextos de guerra interna entre los aparatos del Estado y de los partidos beligerantes, ni tampoco en épocas de crisis mundial como la actual. El refugio en un eruditismo y en una “filosofía por la filosofía señalan los límites del pensar universitario.
En el capítulo II se desarrolla el aspecto de “aislamiento” que es producto de las condiciones de producción actuales, de un modo de vida que privilegia aquello que su época le ofrece como un prerrequisito indispensable para lograr la sobrevida (trabajo asalariado, familia, estado, capital, etc). Todo ello es producto de una actitud  pasiva frente al mundo que los ciudadanos reproducen en su vida diaria, generalizando un orden que no explicita nada más que el desorden de un modo de vida que ha conducido al fracaso a la humanidad como especie.  La careta política de ese fracaso es la democracia que se anuncia como la portadora de los aspectos ideológicos más acendrados del capitalismo contemporáneo. Ello lleva a los ciudadanos a encontrarse separados unos de otros vinculados únicamente por mediación del dinero o de las imágenes que este representa. Pero la paradoja se encuentra en que a mayor abundancia, el resultado es mayor insatisfacción de la gente en un mundo que nunca logra satisfacer a estos adultos-infantes, que lo quieren todo de manera inmediata por el solo hecho de poseer dinero.
Frente a esta perspectiva se plantean en este capítulo el papel relevante de elementos rupturistas con tal estado de cosas que supieron mantenerse firmes ante las situaciones de aislamiento que el capitalismo les imponía. El espectáculo moderno (en el sentido de Guy Debord) ha generalizado la insatisfacción, la cual puede reconocerse en el cine o el rock contemporáneo por ejemplo.
En el capítulo III se plantea la ontología que está detrás de la perspectiva moderna. La geometría, el manejo del espacio y el desarrollo de las ciudades va a ser el centro privilegiado de la expansión de la ideología del capital pero también el lugar de su crítica y superación: Se plantea un recuento histórico de cómo esos elementos ya se encontraban en el cristianismo de las primeras épocas y el de la contrarreforma de santa Teresa de Jesús. La perspectiva de “tener una vida” se encuentra en relación a la búsqueda de una nueva ciudad y por lo tanto de la superación de la separación entre ciudad y campo.
En el capítulo IV se hace una crítica de la tecnología y sobre todo se enfatiza el papel de la electrónica en el mundo actual. La carretera física y la electrónica parecen coincidir en que alejan más a las personas entre sí en lugar de unirlos (actualmente una muestra en la Telefónica de Lima acerca del Marshall Mc Luhann, montada por un filósofo profesor de la Universidad católica, da muestras entusiastas de aquel patetismo). Pues lo que se generaliza es la mercancía mediación abstracta entre humanos, origen y mantenimiento de esa permanente sensación de estar solos. La permanente actitud de juntar/separar en el plano político a partir de su razón tecnológica de origen calculista es algo que ya vislumbraba la crítica del siglo XX por lo menos desde Lúkacs. 
El trasfondo de todo este proceso, planteado en el capítulo V es la incesante búsqueda de comunidad que ha comenzado desde las formas más primitivas con la familia hasta expresiones de un arcaísmo puesto al día en diversas formas de comunidades ficticias en donde la carencia subjetiva es lo que marca la identidad inmediata. Lo que se experimenta actualmente con relación a las “barras bravas” es un ejemplo entre muchos de esa carencia. El inaceptable capitalismo tanto en abundancia como en carencia, no expresan más que una pobreza en la abundancia en donde millones de seres humanos se encuentran totalmente insatisfechos moral y materialmente en condiciones que no se restringen al Perú, sino que pueden ser vislumbradas en el planeta entero. Sobre todo con las últimas explosiones sociales en el norte de África, Medio Oriente y Europa (Grecia, España e Inglaterra).             


Del prólogo:
"...En La sensibilidad oculta se analizan y critican estos elementos de la ideología contemporánea que imposibilitan al ciudadano entender su vida cotidiana. La filosofía, el cine, el rock y la arquitectura sintetizan muchas de las pasiones que atormentan a los sujetos en nuestra época. En esas pasiones podemos reconocer la problemática que recorre el planeta: desde las relaciones amorosas hasta la idea de familia, del trabajo asalariado a la desocupación.  En todo ello parece ocultarse una búsqueda incesante de comunidad que jamás resulta satisfecha ni en familia ni fuera de ella, con trabajo o sin él.  Uno podría continuar con la búsqueda de pertenencia a alguna comunidad ficticia como las “barras bravas”, ser seguidor de bandas de rock, sin dejar de lado la adhesión a algún tipo de “tribu urbana” o la inveterada afición a perder el tiempo -y guardarse para un futuro que no llegará jamás- en reuniones sociales sin sentido y en donde uno solo refuerza la actitud estrecha de miras, localista -o provinciana- y aislada...".

INDICE
PRÓLOGO, 5

I. La filosofía y su negación , 9

II. La investigación en condiciones de aislamiento, 25

III. La mirada terrenalizada, 39

IV. Juntar, separar, 53

V. La comunidad deseada, 67

Anexo: Sobre crítica y creación, 82

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